Limitando los límites
No me gusta la palabra «límites».
No me gusta la crianza
Con limites.
No me gustan
Los límites.
Porque, en sí mismos, no existen.
No son.
Perdona que lo diga pero
Los límites
No son nada.
Los límites tan sólo
Indican el fin de algo
Y el principio de otra cosa.
Tan sólo indican la convergencia
Entre yo y tú
Entre yo y el mundo
Entre tú y lo que es necesario
Que en una situación determinada
En un contexto determinado
Puedas hacer
Mi piel
Limita con el mundo.
Pero no es un límite en sí misma
Es mi piel.
Que hace de final
De lo que ocupa mi cuerpo
<<Y a mi cuerpo
No te puedes acercar
Más de lo que yo te permita
Porque corres el riesgo
De que te muerda
O te grite>>
Pero no,
Hemos desaprendido
A desoír la llamada de nuestra agresividad.
Aunque hoy
No voy a hablar de agresividad.
<<Y no,
No quiero que me arañes
Porque me hieres
Y me duele
Así que no te lo permito
Y te aparto.>>
El borde de un muro
Es un límite del mismo
La pared
Limita la capacidad de la habitación
El borde del plato
Limita la cantidad de comida que debe llevar
Pero los límites
Ni son nada en sí mismos
Ni hablan de nada por sí mismos
Es un término
Que hemos aprendido a utilizar
Porque nos funciona
Queremos escapar de la crianza autoritaria, poco empática y sin escucha que hemos vivido.
Pero seguimos necesitamos un modo
De seguir controlando a nuestros hijos.
Entonces nos inventamos a nuestros amigos los límites,
Que nos invitan a ser flexibles
Y a la vez poder decir no
Porque <>
¿Sabes qué?
Que los niños no necesitan límites.
Que los niños necesitan amor.
Y no sólo amor hacia ellos
Vertido 100% en ellos
Y todo girando alrededor de ellos
Los niños necesitan amor
Hacia ellos
Hacia nosotros
Hacia la maravilla que hace que estemos vivos
Hacia la comida que comemos y que les damos de comer
Hacia nuestra pareja
Hacia la limpieza de la casa
Hacia nuestro cuerpo
Hacia nuestra sonrisa
Y el amor implica honestidad
En las relaciones humanas
Y en la relación con nosotros mismos
Los límites
No son necesarios
Sólo son la consecuencia directa
De ser honestos
Es necesaria la honestidad
Para que sintamos
Cuando hacemos las cosas desde el amor
Y cuando las hacemos desde el deber
Cuando es necesario que hagamos silencio total
O cuando no rompamos las cosas de otras personas
Sólo desde la honestidad podemos relacionarnos con nuestros hijos de una manera sana.
Porque desde nuestra honestidad
Sabemos.
Sin automatismos de vieja usanza
Y sin robotismos aprendidos de cómo es mejor reaccionar como «buenos padres».
Te cuento que
Una vez
Tuve miedo de repetir los patrones con los que había sido criada
Y como quería trascenderlos
Leí mucho
Sobre crianza natural
Respetuosa
Consciente
Investigué unos cuantos años
Sobre comunicación no violenta
Y Ho’oponopono
Me he formado en terapia Gestalt que, por describirlo rápidamente, es un tipo de terapia humanística y existencial que se basa en atender a las emociones que surgen en forma de bloqueo o que emergen de diversas formas conscientes e inconscientes a través del aquí y el ahora.
Tengo 3 hijos que se autoregulan
Que se educan de manera intuitiva
Y que aprenden en convivencia.
De manera, que hablar de límites
Me parece vacuo y sinsentido
Referido a unas madres y padres que estamos emergiendo de una nueva forma nunca contada.
Padres y madres que nos estamos formamos como tales en la relación con nuestros hijos,
De la que aprendemos más que de ninguna otra disciplina, libro o curso.
Ha llegado la hora de dejar atrás muchos términos.
Porque no hablan de nuestras condiciones actuales.
Ha llegado el momento de no referirnos como buenos o malos padres.
Ni de buscar recetas de crianzas.
Ha llegado el momento de dejar los miedos atrás.
Ha llegado el momento de comunicarnos
De una manera no dulcificada
No respetuosa
Sino honesta
Espontánea
De que los manuales
Dejen paso a la apertura.
A la posibilidad
Al crecimiento conjunto
Que surge del conflicto.
A la aceptación del conflicto
Como forma de aceptarnos
A nosotros mismos
Y a los otros.
Ha llegado la hora de hablar.
Ha llegado la hora de una maternidad y una paternidad en continuo
Cambio,
Flujo
Y crecimiento.
Con todo mi amor.
A todas y todos los nuevos y nuevas madres y padres.
😉
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